Para parejas al borde del divorcio
Si usted o su cónyuge están considerando el divorcio, pero no están completamente seguros de que sea la mejor opción, se encuentran en una situación difícil. Y... la Consejería de Discernimiento está diseñada para ustedes. Es una oportunidad para relajarse, tomarse un respiro y analizar las opciones para su matrimonio.
La consejería de discernimiento es una nueva forma de ayudar a las parejas en las que una persona se está alejando de la relación (y no está segura de que la consejería matrimonial regular la ayude) y la otra se está involucrando, es decir, está interesada en reconstruir el matrimonio.
El consejero le ayudará a decidir si debe intentar restablecer la salud de su matrimonio, avanzar hacia el divorcio o tomarse un tiempo y decidir más tarde.
El objetivo es que usted gane claridad y confianza sobre una dirección, basada en una comprensión más profunda de su relación y sus posibilidades para el futuro.
El objetivo no es resolver sus problemas matrimoniales, sino ver si tienen solución. Cada uno será tratado con compasión y respeto, sin importar cómo se sienta con respecto a su matrimonio en este momento. No hay malos ni buenos.
Vendrán como pareja, pero el trabajo más importante se da en las conversaciones individuales con el consejero. ¿Por qué? Porque empiezan en lugares diferentes.
El consejero respeta sus razones para el divorcio mientras intenta abrir la posibilidad de restaurar la salud del matrimonio.
El consejero enfatiza la importancia de que cada uno reconozca su propia contribución a los problemas y las posibles soluciones. Esto será útil en futuras relaciones, incluso si esta termina.
Número de sesiones: Máximo de 5 sesiones de asesoramiento. La primera sesión suele durar 2 horas y las siguientes, 1,5 o 2 horas.
La consejería de discernimiento no es adecuada para estas situaciones:
Cuando uno de los cónyuges ya ha tomado la decisión final de divorciarse
Cuando un cónyuge coacciona al otro para participar
Cuando existe peligro de violencia doméstica